¿Qué es el sueño REM y no REM?
El sueño es una función vital que regula nuestra salud y bienestar, compuesto de diferentes etapas, las más conocidas son el sueño REM (Rapid Eye Movement o Movimiento Rápido de los Ojos) y el sueño no REM. A lo largo de la noche, nuestros cuerpos pasan por diferentes ciclos de sueño REM y no REM. Cada uno tiene propiedades distintas y juega un papel esencial en nuestra salud y restauración.
Sueño No REM
Se le conoce como sueño No REM o NREM a la fase del sueño que se subdivide en tres etapas: N1, N2 y N3. El sueño No REM comienza cuando nos quedamos dormidos (N1) y desarrolla su etapa más profunda durante el N3. En la fase N1, se pasa del estado de vigilia al de sueño ligero; En N2 se consolida el sueño y N3 es donde se presenta el sueño profundo, esencial para restablecer el cuerpo y el sistema inmunológico. Durante el sueño No REM, nuestras funciones cerebrales descienden significativamente y la actividad del sistema nervioso se ralentiza.
Sueño REM
La fase REM del sueño se la conoce por presentar una actividad cerebral intensa, casi al nivel de cuando estamos despiertos. Es en esta etapa donde ocurren la mayoría de los sueños y se caracteriza por el movimiento rápido de los ojos bajo los párpados, de ahí su nombre. El sueño REM juega un papel crucial en la consolidación y asimilación de recuerdos, y en aspectos psicológicos y emocionales. Contrario a la fase No REM, durante el sueño REM ocurre una parálisis temporal de los músculos para evitar que actuemos nuestros sueños.
Importancia de las fases del sueño
Ambas fases del sueño, REM y No REM, son fundamentales para nuestro bienestar. Mientras el sueño No REM ayuda en la reparación y crecimiento del cuerpo, el sueño REM contribuye en la consolidación de memorias y en la regulación emocional. Por tanto, una interrupción constante del equilibrio entre el sueño REM y No REM podría conducir a problemas de salud físicos y mentales.
¿Qué significa tener un sueño REM?
Todas las noches, nuestros cerebros pasan por distintas fases de sueño. Una de las más importantes, y la que probablemente has oído mencionar más a menudo, es el sueño REM (Rapid Eye Movement, o Movimiento Rápido de Ojos en español). Este tipo de sueño se produce en ciclos a lo largo de la noche y es donde ocurren la mayoría de nuestros sueños.
Identificando el sueño REM
El sueño REM toma su nombre del rápido movimiento de los ojos que ocurre durante esta fase. También es notable por una mayor actividad cerebral, similar a cuando estamos despiertos. Nuestra frecuencia cardíaca y respiratoria también suelen aumentar. Podrías identificar fácilmente el sueño REM si observas a alguien durmiendo y notas movimientos oculares rápidos debajo de sus párpados.
Importancia del sueño REM
Estudios científicos han señalado la importancia del sueño REM en diversas funciones cognitivas y emocionales. Es evidente que juega un papel crucial en la consolidación de la memoria y en el procesamiento emocional. Durante el sueño REM, el cerebro procesa y consolida la información y experiencias que hemos adquirido durante el día. Además, es de vital importancia para el aprendizaje y el bienestar mental general.
¿Qué sucede si no tenemos suficiente sueño REM?
Si bien es cierto que cada fase del sueño es importante, la falta de sueño REM puede tener consecuencias significativas. La falta de sueño REM puede llevar a la fatiga, la depresión, a dificultades de aprendizaje y concentración entre otras cosas. Por eso, es de vital importancia permitir que nuestro cuerpo y mente adquieran la cantidad adecuada de este sueño esencial.
¿Cuáles son la 4 etapas del sueño?
El sueño es un fenómeno complejo que se descompone en varias fases distintas, cada una con características particulares y funciones específicas. De manera general, existen cuatro etapas identificables en el ciclo del sueño: las etapas 1, 2, 3 y la etapa REM (Movimiento Rápido de los Ojos por sus siglas en inglés).
Etapa 1: Transición al sueño
La etapa 1 es una fase muy corta que dura solo unos minutos y se considera el paso de la vigilia al sueño. Durante esta etapa, experimentamos una disminución en la actividad cerebral y en los ritmos físicos como el ritmo cardíaco y la respiración. Esta etapa es muy ligera y fácil de interrumpir.
Etapa 2: Sueño ligero
La etapa 2 es una fase más profunda de sueño ligero. La actividad cerebral disminuye aún más, y los patrones de sueño se vuelven más regulares. Sin embargo, siguen siendo sueños muy ligeros y una persona puede despertar con relativa facilidad. Esta etapa ocupa la mayor parte del ciclo de sueño, abarcando aproximadamente el 45-55% del total del sueño.
Etapa 3: Sueño profundo
La etapa 3 es la fase de sueño profundo. En esta etapa, la actividad cerebral ralentiza considerablemente y los patrones de sueño se vuelven muy regulares. Esta es la fase que se considera más reparadora y la más dificil de interrumpir. Durante esta etapa, el cuerpo realiza funciones cruciales para la recuperación física y mental.
Etapa REM: Sueño de movimientos oculares rápidos
Finalmente, alcanzamos la etapa REM, caracterizada por el movimiento rápido de los ojos. Durante esta etapa, la actividad cerebral se acelera y se asemeja a la del estado de vigilia. Esta es la etapa en la que ocurren la mayoría de los sueños y se cree que es vital para la consolidación de la memoria y el aprendizaje.
¿Qué pasa si no entro en sueño REM?
El sueño REM, también conocido como sueño de movimientos oculares rápidos, es una etapa vital del ciclo de sueño. Pero, ¿qué sucede si no se alcanza esta fase de sueño? Las implicaciones de no entrar en sueño REM pueden ser significativas, afectando desde el estado mental hasta la salud física.
Efectos sobre el estado mental
No entrar en sueño REM frecuentemente puede tener enormes efectos sobre el estado mental. Durante el sueño REM, el cerebro está casi tan activo como cuando está despierto, lo que facilita el procesamiento y almacenamiento de recuerdos. Sin esta fase vital, es probable que experimentes problemas de memoria y concentración. Asimismo, la falta de sueño REM puede provocar trastornos del ánimo, como depresión y ansiedad.
Implicaciones para la salud física
Además de los efectos sobre la salud mental, la ausencia de sueño REM puede tener impactos directos sobre la salud física. Durante esta etapa, se producen importantes procesos de reparación y regeneración en el cuerpo. No acceder a este sueño puede hacer que te sientas físicamente agotado y puede llegar a debilitar tu sistema inmunológico. De igual forma, la falta de sueño REM se ha asociado con un mayor riesgo de afecciones como diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Interrupción del equilibrio hormonal
Finalmente, no entrar en sueño REM puede alterar tu equilibrio hormonal. Durante la fase de sueño REM, se liberan diversas hormonas, incluyendo la hormona del crecimiento y la leptina, responsable de los sentimientos de saciedad. Si no alcanzas el sueño REM, estos procesos hormonales pueden verse interrumpidos, lo que podría provocar diversos trastornos, incluyendo desequilibrios hormonales y problemas de peso.